Cómo hacer el rodaje en una pit bike

La falsa creencia: hacer kilómetros seguidos

Está bastante extendida la creencia de que un buen rodaje es un periodo en el que debes hacer con moto moto kilómetros a bajas revoluciones, por lo que en ocasiones hay quien dedica toda una jornada de viaje en hacer ese rodaje.

Esa práctica no sólo no es un buen rodaje, sino que es totalmente contraproducente.

Empecemos por el principio:

¿Qué es un rodaje?

Es un proceso de asentamiento de los componentes del motor en funcionamiento.

Durante el rodaje buscamos que todos los componentes del motor entren en una fase de estabilización, es decir, en la que ya no vayan a sufrir grandes alteraciones más allá de su lento desgaste por el propio uso.

Esa estabilización se consigue superando fases de alteración de las condiciones de trabajo por primera, segunda, tercera vez hasta que consideramos que el funcionamiento del motor está estabilizado.

La fricción, la dilatación y la contracción.

Estos son los procesos más traumáticos que va a sufrir el motor en su estreno, cuando empiece a funcionar, porque van a provocar variaciones en él. Y estos son los eventos que van a condicionar el rodaje.

Al contrario de lo que pueda parecer, la fricción es lo menos relevante.

El motor se va a enfrentar a situaciones de fricción iniciales, que se van a limitar al momento inicial del arranque, cuando aun no está lubricado el motor interiormente de forma homogénea, y cuando el aceite está a una temperatura más baja que para la que fue diseñado.

Podemos determinar que la variación que sufre el motor por fricción es mínima si el sistema de lubricación funciona correctamente.

Sin embargo, al iniciar el funcionamiento en un motor de combustión lo que provocamos es el calentamiento del propio motor y sus componentes de forma rápida y elevada. Cada dos revoluciones de un monocilíndrico de 4 tiempos supone una combustión. Quemamos combustible, y eso provoca mucha energía que se transmite en forma de movimiento y calor. Mucho calor.

El calor y su dilatación, la clave del rodaje.

Una de las consecuencias de la variación tan brusca en los componentes del motor es que se ven sometidos a procesos de dilatación y de contracción, reales.

Los procesos de dilatación y contracción lo que nos dicen es que los componentes del motor cambian de tamaño, y aumentan su tamaño al calentarse, y reducen tu tamaño al enfriarse.

De modo que donde la fricción no era importante, la dilatación y contracción por cambios de temperatura sí son muy importantes, puesto que influyen de forma drástica en los componentes del motor tanto internos como externos.

Los beneficios de calentar lentamente, ¡y enfriar también!

Podemos imaginar que arrancamos un motor en frío, pero rápidamente roscamos el gas y hacemos rugir el motor, o incluso nos ponemos a quemar rueda, una actividad que calienta muchísimo más rápidamente el motor que si solo giramos el motor en vacío. No hay aire en movimiento, la moto está parada, pero seguimos haciendo trabajar el motor a alto rendiemiento.

¿Qué está ocurriendo en ese caso en el motor?

Es un motor frío, esta empezando a dilatar. La combustión se genera en la culata, y desde ahí, el calor generado se va transmitiendo lentamente al resto de componentes del motor.

Sin embargo, nosotros, con ese trabajo intenso, tenemos una culata que está al límite de temperatura en un motor en el que el cárter y el radiador de aceite… ¡aun están fríos!. No le ha dado tiempo al aceite y el cárter a calentarse a la misma velocidad que el pistón, el cilindro o la culata.

Las partes más calientes están sufriendo una dilatación clara, y las partes frías no. Estas tensiones térmicas en un motor, que está perfectamente ensamblado y cerrado, sin tolerancias, supone un estrés muy alto para el motor que perjudicará su rendimiento y su funcionamiento a corto y medio plazo, y su durabilidad a medio y largo plazo.

Nosotros vamos a hacer, en el rodaje, todo lo opuesto.

El rodaje perfecto

No te compliques demasiado. Hacer un rodaje perfecto es fácil.

Vamos a limitarnos a cumplir las siguientes premisas.

1.- Arrancar la moto antes de comenzar a usarla.

2.- Terminar de calentar la moto usándola, pero conduciendo lentamente.

3.- Evitamos situaciones que demanden abrir mucho gas, pero una vez el motor esté caliente, aunque seguiremos siendo comedidos en el uso del gas.

Mejor altas revoluciones, que mucho gas abierto. Las altas revoluciones en un momento puntual no generan tanto calor como el puño de gas abierto aun a bajas revoluciones.

4.- Evitaremos usos prolongados de la moto durante el rodaje. Lo suficiente para que llegue a su temperatura de funcionamiento normal, funcione unos minutos más, y procedamos al enfriamiento progresivo. En total no deberíamos exceder sesiones de media hora.

5.- Antes de parar la moto volvemos a un uso muy suave, con muy poco gas y aun rodando para que el aire vaya bajando la temperatura del motor.

6.- La paraos al detenernos. No hace falta dejar el motor al ralentí, y una vez parada la podemos guardar. Una vez parada es mejor que enfríe en sitio cerrado que al aire frío, porque de nuevo el proceso será más lento.

7.- Una vez está fría del todo, bien fría, hemos completado un ciclo de dilatación y contracción completo y acompasado, es decir lento, y estamos listos para repetir el mismo proceso.

Si repites este proceso de tres a seis veces, ya puedes decir que has hecho un muy buen rodaje.

Repito que no debes preocuparte demasiado por hacer un buen rodaje. Haz lo que puedas de esta lista, y habrás hecho un buen rodaje. De verdad, con no hacer el burro como se hace muchas veces, ya ganamos bastante.

Este párrafo trataba de hacer el rodaje perfecto. Para ser un buen rodaje, no hace falta que sea perfecto. Basta que sea normal. Lo bueno, viene después.

¡Mucho gas!